Don «Gumer» es iniciador de la APROCACAHO, un productor dedicado con pasión al cultivo de cacao y al fomento de la organización. Fundador de la COPRACAJUL, ejemplo de nuevas generaciones.
Don «Gumer» es iniciador de la APROCACAHO, un productor dedicado con pasión al cultivo de cacao y al fomento de la organización. Fundador de la COPRACAJUL, ejemplo de nuevas generaciones.
Rodolfo Peña Ayala, es un productor de cacao que asistía a las capacitaciones de las Escuelas de Campo impulsadas por APROCACAHO, recuerda que esta debilidad resultó ser su mayor fortaleza. Todo empezó cuando un día le dijeron que pasara a la pizarra a hacer lectura allí, entonces yo les dije “que me tenía que disculpar compañeros la cosa es que yo no sé leer ni escribir”.
Seguidamente agregó “Les voy a explicar, a mi manera, si me equivoco compañeros ayúdenme”, y la respuesta fue maravillosa ellos me ayudaban y poco a poco fui conociendo las letras, era un grupo de 45 productores aproximadamente, expresó.
Nuestro entrevistado nos cuenta que después de la jornada de trabajo, al llegar a su casa él seguía estudiando hasta las 10 de la noche
Rodolfo peña continuó perseverando con mucha dedicación, vienen a su memoria los fuertes dolores de cabeza, las alteraciones del sistema nervioso que sufría cuando no podía llenar los formularios y tenía que recurrir al apoyo de su cuñada.
Su esfuerzo fue recompensado cuando el proyecto PROCACAHO le ofreció la oportunidad de trabajar como facilitador, “va ganar 150 dólares le dijeron “y recuerda que aceptó muy emocionado.
Dijo estar muy agradecido con la organización APROCACAHO porque ellos le ayudaron mucho, para que aprendiera a leer y escribir y lo más importante”le dieron fuerza” para continuar aprendiendo más.
Hoy a sus 68 años don Rodolfo disfruta de una mejor calidad de vida junto a su familia integrada por 6 hijos, trabaja como facilitador en la APACH y nos reiteró lo orgulloso que vive y seguirá viviendo si Dios lo permite de sus plantaciones de cacao.
Peña tenía que recorrer varios sectores buscando productores hasta 6 horas montado en bestia, ahora no es así.
Don Rodolfo nos dice “El cultivar Cacao me cambió la vida”
Cecilio Sosa incursionó en el cultivo del cacao desde hace unos 16 años, admite que este es un cultivo noble y exclama; “oro verde como dicen por allí” que tiene altas y bajas, generadas por el cambio climático.
Sosa recomienda a las nuevas generaciones de productores de cacao que sean perseverantes y se capaciten constantemente, que siembren cultivos alternativos y estables para que “siempre tengan de donde echar mano”.
Don Chilo, como nos solicitó que lo llamáramos, recalcó que el cacao hondureño es preferido por los paladares europeos, debido a sus orígenes acriollados trinitarios, lástima que no tenemos producción suficiente para satisfacer la demandas.
Toda su familia está involucrada en diferentes actividades relacionadas con este rubro, unos en las labores de campo, en el vivero y en la elaboración de chocolate artesanal.
Al rememorar su viaje a Suiza, su expresión facial cambia con una amplia sonrisa al recordar que fue un día jueves cuando se monto una exposición de chocolates elaborados con cacao hondureño, fue emocionante escuchar a los invitados de otros países europeos, cuando expresan elogios para el cacao nuestro. “Me sentí muy orgulloso, del cultivo heredado de la civilización Maya” apuntó.
El rostro de Don Cecilio Sosa y de la también productora de cacao Leonor Gómez, aparecen en los empaques de los chocolates elaborados con cacao hondureño, como un aporte de la campaña de promoción de la empresa Chocolats Halba.
Es uno de los primeros productores que abrio la brecha para exportar Cacao a Suiza
Chocolates elaborados de forma artesanal por el grupo KAKAW
“Me siento orgulloso de cultivar cacao”
Sueño que mis hijos
manejen la finca de cacao
Después de toda una vida dedicada a la producción del café, don José Márquez lucha ahora por levantar su plantación de cacao y vislumbra un futuro tan prometedor que desde ya involucra a sus hijos en un cultivo con esperanza.
La zona cacaotera de Honduras se encuentra en los departamentos de Copán, Santa Bárbara, Cortés, Atlántida y Olancho.
José Márquez es originario de Montevista, Omoa, donde administra su finca, la Santa María de Guadalupe. Recuerda que fue en el año 2011 cuando empezó a sembrar cacao, “mi finca es de plantilla todavía, apenas tiene 4 años y medio” afirmó.
El cambio climático y enfermedades como la roya y la broca lo orillaron a decidirse a cultivar cacao, porque este se adapta mejor a temperaturas cálidas, como las que imperan cerca de la costa. El café prospera en zonas altas.
“Cuando yo empecé no sabía lo que era el cacao ahora yo sé lo suficiente, incluso para manejar mi finca”, manifestó orgulloso. “En lo económico también me ha ido bien” .
ESCUELAS DE CAMPO
Márquez es de la opinión que participar en las Escuelas de Campo es una experiencia positiva para los productores, porque su metodología es aprender haciendo, y se comparten experiencias.
Aníbal Ayala, gerente de la Asociación de Productores de Cacao, explica que esta modalidad, ofrece ventajas importantes, como conseguir una mayor cobertura con las jornadas de aprendizaje, la construcción de nuevos conceptos y formas de trabajar para impulsar una mayor producción.
Además, su costo económico es bajo y se desarrolla en las propias áreas de cultivo. Este programa se pone en práctica todos los meses, beneficiando con ello a unos 400 productores de cacao.
Lo que se pretende es aumentar la producción, productividad y calidad de cacao en sistemas agroforestales, puntualizó.
Don José considera que estar organizados es una ventaja al momento de la comercialización, ya que les da un mayor reconocimiento y se logran negociar mejores precios, además de reducir los costos adicionales.
También abogó por los pequeños productores que, como él, tienen dificultades para que el sistema financiero les apruebe préstamos a bajos intereses y sin pedir garantías.
Recalcó que no hay nada más crítico “que uno tenga un plan y no pueda desarrollarlo por falta de fondos”.
Agregó que su mayor satisfacción consiste en llevar el cacao al centro de acopio porque esto representa el esfuerzo que como familia han realizado.
“Tengo la ilusión de que mis hijos se dediquen al cultivo del cacao, ahorita ellos están estudiando, sueño que ellos manejen la finca. Incluso, si Dios me da fuerza, pondré a estudiar agronomía a la niña más pequeña”.
Productores cacaoteros beneficiados con jornadas de aprendizaje con la metodología de las ECAS y entrega Herramientas para poda con apoyo de APROCACAHO Y LWR.
Honduras es un país que se está desarrollando con éxito en el rubro del cacao por sus características especiales como ser criollo, trinitario y fino.
No hay barreras para una mujer
que está dispuesta a luchar
Darling Yolany Córdova es de las que cree que para la mujer no hay barrera que valga si se está dispuesta a luchar por lo que quiere. Aunque toda su vida estuvo vinculada al cacao, durante algún tiempo se dedicó a manejar una mototaxi en su comunidad, El Bálsamo, Omoa, hasta que una casualidad la encaminó a convertirse en la productora que es hoy día.
“Yo soy una mujer que me encanta tener ideas creativas, estoy en varios grupos de mi comunidad, me gusta el futbol, me gusta que las mujeres se involucren en actividades positivas que nos ayudan a crecer y ser mejores personas” enfatiza.
Las Escuelas de Campo (ECAS) constituyen una metodología de capacitación interactiva que promueve la Asociación de productores de Cacao de Honduras (Aprocacaho), en el que participan productores de cacao y facilitadores propuestos por sus respectivas organizaciones. Darling es una de las facilitadoras.
Reconoce haber adquirido mucho conocimiento sobre prácticas agrícolas pues “siempre tomo notas, hago preguntas y leo folletos, con el fin de estar mejor preparada para compartir estas experiencias con los 12 productores que me han asignado”.
Con perseverancia y aplicación ha vencido muchos obstáculos, entre ellos el machismo, ya que la mayoría de hombres se resisten a que sea una mujer la responsable de impartir enseñanzas.“Pero allí estoy yo insistiendo, insistiendo, tal vez se les va quitando eso” puntualizó.
Desde pequeña, cuando tenía 7 u 8 años, sus abuelos le enseñaron a trabajar la tierra. Antes de morir, su abuelita le dijo “Darling cuida la tierra, porque la tierra es tu bendición”.
Aún resuenan en sus oídos las palabras de su abuelita cuando le decía: Subite al árbol y bájame aquella bellota de cacao, voy a hacer pinol. Mi deleite era mirar aquellas mazorcas de cacao en el patio y absorber la baba.
Sus hermanos se encargaban de recogerlas y jalarlas. Destaca que todo lo hacían de manera empírica, sin importar maltratar el árbol. Ahora que ya conoce de técnicas agrícolas les da un mejor manejo, y dice estar consciente de que se deben cuidar las plantas de cacao como se cuida a un niño.
Darling manifestó estar muy contenta, con su participación en las ECAS, ya que su metodología le ha permitido cuidar mejor su finca y tener más tiempo disponible para sus hijos y para trámites personales.
Su sueño es transformarse en una productora exitosa y cultivar con cacao las 5 manzanas de tierra que tiene en copropiedad con su madre, quien radica en los Estados Unidos de América.
Las capacitaciones constantes sobre la mejora en técnicas de cultivo se ven traducidas en una mayor productividad de sus fincas, en la obtención de mejores ingresos y en prácticas amigables para el medio ambiente.
Esta productora de cacao opina que es muy importante pertenecer a una organización y, se muestra muy satisfecha de formar parte de la Cooperativa Agrícola de Cacaoteros de Honduras San Fernando Limitada (CACAOSAFER), ubicada en el municipio de Omoa, departamento de Cortés y con cobertura en la zona Atlántica de Honduras.
Darling, facilitadora de las ECAS de APROCACAHO también espera convertirse en una exitosa productora de cacao.
La cooperativa San Fernando, su actividad principal es la comercialización del cacao en baba y en grano seco.
Mi mayor satisfacción es ayudar a
mejorar la economía de las familias
María Sosa es una experta en hacer injertos para mejorar los cultivos de cacao, y esa capacidad la ha llevado a impartir conocimientos a muchos productores del área centroamericana. Sin embargo, para ella su mayor satisfacción es ver cómo a través de su trabajo mejoran las condiciones económicas de las familias dedicadas a cultivar el grano de oro que da vida al chocolate.
“Ha sido una experiencia muy bonita poder ver que muchos productores ahora tienen mejor calidad de vida, porque con una planta injertada obtuvieron óptimas condiciones de producción y así mejores ingresos para la familia. Esa es mi mayor satisfacción” puntualizó. María es la cuarta hija de Cecilio Sosa, un exitoso productor de cacao, lo que la hace sentirse muy orgullosa.
Incursionó en la labor de injertación en el año 2008 con el proyecto Cacao de Centroamérica, de la Asociación de Productores de Cacao (APROCACAHO y el CATIE). Recuerda que se ofreció la oportunidad de participar en la capacitación sobre viveros por un consultor colombiano. Se inscribieron tres, solo ella de mujer.
María dijo ser feliz cambiando el material genético a las plantas. En sus inicios nunca pensó que esta actividad se convertiría en una fuente de empleo y una razón para ser reconocida por su desempeño.
Actualmente trabaja con la Asociación de Productores Agroforestales de la Cuenca del Río Choloma (APACH) ubicada en la aldea El Ocotillo.
Como facilitadora de las Escuelas de Campo, promovidas por APROCACAHO, ella les enseña a los productores a manejar las navajas, extraer las yemas, y hacer los injertos. También abordan otros temas como podas de cacao, manejo del suelo, fertilización, control de malezas, cosecha etc. Su espíritu de superación y su disciplina le impone alcanzar nuevos retos. Ahora, ella espera culminar su carrera universitaria.
APROCACAHO
Es una organización gremial, sin fines de lucro, con personería jurídica y cobertura nacional; conformada por cooperativas y agrupaciones dedicadas a la producción y comercialización de cacao.
Aníbal Ayala, gerente de Aprocacaho, explicó que se exportan 1,450 toneladas de cacao que representan alrededor de 4.5 millones de dólares al país.
Agregó que actualmente existen unas 4,500 hectáreas de siembra establecida, por unos tres mil setecientos productores.
Según datos estadísticos, mil quinientos veintiuno están afiliados, de esta cifra el 20 % son mujeres que están asociados en distintas cooperativas de base como ser:
COAGRICASAL, FHIA, APACH, CACAOSAFER, COPROCADER, en los departamentos de Santa Bárbara y Cortés; COPRACAJUL, en Atlántida; COPRACAGUAL en Yoro;
KAWO BUKAYA, Flor de Laureles, en Gracias a Dios; y APROSACAO en Olancho.
Con la metodología aplicada en las Escuelas de Campo la APROCACAHO contribuye al mejoramiento de la calidad de vida de los productores
Su espíritu de superación y disciplina le han valido para ser catalogada como la mejor injertadora del país.